Situada en la desembocadura
del Gran Río de las Montañas (Hudson), el área donde se ubica la Ciudad de Nueva York
fue visitada por el europeo Giovanni da Verrazano en 1524, comisionado por el
Rey Francisco I de Francia con el objetivo de explorar la costa este de
Norteamérica. Verrazano llegó a la región y navegó por la parte baja de la
bahía. Años más tarde, en 1609 Henry Hudson, trabajando para La Compañía
Neerlandesa de las Indias Orientales, en búsqueda de una mítica ruta a oriente
por las latitudes norteñas navegó extensamente por el río que hoy lleva
su nombre. No encontró la ruta pero documentó sus exploraciones y dio pie al
interés definitivo de Europa en este lugar.
La Colonia de Nieuw Amsterdam, fue fundada alrededor de 1614 por los
neerlandeses (Reino de Holanda). Se extendía desde los márgenes del Río
Delaware al sur hasta el Río Connecticut.
En
1624 se establece el primer asentamiento permanente en la parte más al sur de la Isla de "Manahatta", o isla de las colinas. Esta isla habitada por indígenas "algonquin" fué adquirida de los mismos en 1626 por el gobernador Peter Minuit a cambio de mercancía de relativo poco valor. ($24 según la leyenda).
En sus inicios la economía colonial giró principalmente alrededor del comercio
de pieles de castor. Sin embargo, dadas las complejidades religiosas de sus
habitantes, los escasos recursos provistos por la corona y las limitaciones
materiales de sus primeros habitantes, la colonia estuvo por muchos años prácticamente
ingobernable y poco productiva.
En 1647 vino a gobernar Peter Stuyvesant, quien por primera vez realizó
reformas gubernamentales y sociales de alguna importancia. Bajo su mandato se
construyó una muralla en el lugar donde se encuentra Wall Street, la cual protegió
la ciudad de sus rivales británicos y de posibles ataques indígenas. También se
establecieron rígidos códigos de comportamiento en búsqueda de brindar un poco
de orden.
A pesar de los esfuerzos para encarrilar los asuntos internos del enclave, en
1664 los ingleses capturaron la colonia y la llamaron Nueva York en honor al
duque de York, hermano del Rey Carlos II de Inglaterra. Sin embargo, los
neerlandeses recapturaron la ciudad en 1673, rebautizándola New Orange para
perderla nuevamente un año más tarde mediante un tratado.
Bajo los ingleses la colonia floreció comercialmente por primera vez. Y el
pequeño asentamiento creció de manera vertiginosa.
En 1765 el Parlamento Británico aprobó la Ley del Timbre y luego decretó
sucesivos impuestos generando un enorme descontento entre la población de las
trece colonias inglesas en América, una de las cuáles era Nueva York. Ello fue
la chispa que inició las acciones que culminaron en la Declaración de la
Independencia en 1776.
Iniciada la guerra por la independencia los británicos ocuparon Brooklyn luego
de la Batalla de Long Island y lograron eventualmente el control de todo
Manhattan para el 17 de noviembre de 1776, control que seguirá en sus manos
hasta el fin de la guerra. Nueva York se convertiría en lo sucesivo en el
centro de las operaciones de las tropas británicas.
Terminada la guerra y reconocida la independencia de las 13 colonias, comenzó
una nueva etapa de protagonismo para la ciudad. En 1784 Nueva York se convierte
en la primera capital de la nueva República de Estados Unidos de América y del
Estado de Nueva York. Y en 1789 George Washington juramentó aquí como primer
presidente de la Nación. En 1790 la capital del país se movió a Filadelfia,
para entonces la principal ciudad del país. Y la capital del estado se
estableció en Albany en 1797.
En 1811, la pujanza y crecimiento de Nueva York era indetenible. Y John
Randell, JR. encabeza a un grupo de comisionados de la ciudad que diseñan la
retícula de calles y avenidas que hoy cubre la mayor parte de Manhattan.
Para 1820 Nueva York se convierte en la mayor ciudad de Estados Unidos, con una
población de 123,706 sobrepasando así definitivamente
a Filadelfia.
En 1825 la apertura del Canal de Erie aumenta la importancia del puerto de
Nueva York al unir el Río Hudson con los Grandes Lagos convirtiendo de hecho la
Ciudad de Nueva York en la puerta desde el Atlántico hacia el medio oeste del
país. En 1853 la legislatura estatal autoriza la construcción del Parque
Central y la exposición mundial se lleva a cabo en el actual Bryant Park.
Prospect Park en Brooklyn, entonces una ciudad independiente abrirá en 1867.
En 1868 abre el primer tren elevado de la ciudad. En el año siguiente comienza
la construcción del Puente de Brooklyn, estructura que unirá por vez primera
las importantes ciudades de Nueva York y Brooklyn a partir de 1883.
1n 1886 la Estatua de la Libertad es inaugurada y para 1892 abrió la Estación
de Inmigrantes en Ellis Island. Por allí millones de personas entraron al país,
moldeando muchos de ellos el carácter de la ciudad y del país.
En 1898 el Gran Nueva York es creado al unir en una sola ciudad a Manhattan,
Brooklyn, Queens, El Bronx y Staten Island. Ello convirtió la nueva ciudad en
un conglomerado de 3.4 millones de habitantes, entonces la segunda ciudad más
grande del mundo después de Londres.
Con el inicio del siglo XX empieza la construcción del sistema de
"subway". La primera línea fue inaugurada en 1904. Para 1905 el Ferry
de Staten Island se convierte en una entidad municipal y para 1908 se inauguran
los primeros túneles ferroviarios bajo el Río del Este y se construye el primer
túnel vehicular que une Manhattan con Nueva Jersey.
En los años siguientes, puentes, túneles y líneas ferroviarias continuaron
expandiendo la ciudad hacia todos los confines de sus cinco "boros" y
aún más allá.
Por años la Ciudad de Nueva York experimentó grandes cambios en su entorno
urbano y social. Por ejemplo la presencia de una formidable roca (Manhattan
Schist) a muy poca profundidad en diversas partes de la isla dio pie a la
construcción de edificios multipisos cada vez más altos convirtiendo a Nueva
York en la indiscutible ciudad de los rascacielos que es hoy. Ello propició,
desde esos inicios la aprobación de sucesivos códigos de zonificación para
garantizar la luz y la ventilación adecuada en calles y edificios.
En 1916, la primera Resolución de zonificación del país dividió la ciudad en
zonas residenciales y comerciales y restringió el tamaño y la altura de los
edificios.
Por otra parte, los enormes influjos de inmigrantes habían generado condiciones
paupérrimas de salubridad y hacinamiento en los asentamientos residenciales
propiciando diversas leyes que sucesivamente mejorarían la calidad de vida en
las viviendas.
En 1929 la gran depresión profundizó la pobreza e importantes desarrollos
fueron pospuestos. Sin embargo en esos mismos años se construyeron grandes
obras como el Chrysler Building y el Empire State Building.
Durante la posguerra la ciudad siguió la ruta del crecimiento. Para los
sesentas inició un boom en la construcción de nuevos edificios. Pero también se
profundizaban los problemas sociales como son la pobreza y el crimen. A ello se
añadía la creciente crisis fiscal de la ciudad que tocó fondo en los años
70.
Luego de superados muchos de los problemas, y mejorando la seguridad en la
ciudad, los años 80’s vieron un nuevo impulso en la construcción. La actividad
financiera de Wall Street se consolidó y nuevos distritos comerciales surgieron
a lo largo y a lo ancho de los cinco condados.
Para los 90’s se vivió una época de relativa estabilidad y de auge económico.
Por esos tiempos se emprendieron nuevos proyectos de restauración de las viejas
estaciones del tren y múltiples nuevos rascacielos se levantaron.
En septiembre de 2001, con los ataques terroristas a las Torres Gemelas, Nueva
York y el país entraron en un período de contracción económica y estancamiento.
El área sur de Manhattan sufrió por meses de acceso limitado y grandes
reconstrucciones de la infraestructura hicieron muy difícil por años el
florecimiento comercial de esa área.
Por fortuna, luego de cada vicisitud, La Gran Manzana parece resurgir como el
Ave Fénix. La reconstrucción de la Zona Cero es ya una realidad y la
rehabilitación de importantes distritos como Times Square, el Meat Packing
District y Broadway ofrecen nuevos espacios para el disfrute de residentes y
visitantes de esta capital mundial del turismo.
La historia de Nueva York ha sido una de altas y bajas, de construcciones,
demoliciones y reconstrucciones, de tiempos de auge y de crisis. Sin embargo,
esta gran ciudad se las ingenia para seguir siendo la indiscutible
"Capital del Mundo". Y te espera con los brazos
abiertos.